El Tarot es el nombre que se le da a una baraja de cartas, utilizada como técnica de canalización de información. Tienen este nombre las barajas conocidas como Tarot de Marsella, de Rider Waite, Tarot Gitano o Tarot Egipcio, por ejemplo. Sin embargo hay muchas otras barajas, que se pueden emplear también con la misma función. Todas ellas serían oráculos, medios a través de los que obtenemos información.
Su origen es muy remoto y no se conoce con certeza, parece ser que procedería del antiguo Egipto, aunque otros investigadores indicarían otros orígenes, hebreos (cábala) o de los mamelucos.
Lo cierto es que conocer nuestro «destino» es algo que le preocupa a la humanidad casi desde sus inicios. No estamos cómodos con la incertidumbre, nos gusta tener seguridad. Creo que todos podemos comprenderlo, hay momentos en nuestras vidas donde suceden acontecimientos que nos alteran, que nos dejan confusos y donde todos querríamos poder tener a alguien a quien preguntarle y que nos dijera cuál es el movimiento que debemos hacer, o qué es lo que va a suceder a continuación.
Es por esto que surgieron las distintas técnicas de adivinación, de intentar contactar con la sabiduría que hay más allá de nuestra conciencia.
Los oráculos de cartas y el Tarot entre ellos, nos sorprenden al facilitarnos la expresión de nuestro subconsciente (o quizás mejor dicho supraconsciente). Es muy interesante ver cómo las cartas extraídas del mazo nos reflejan a nosotros mismos y la situación por la que estamos pasando.
Nos facilitan la toma de decisiones porque nos dejan ver más claramente qué es lo que estamos viviendo, qué nos está ocurriendo. La decisión por supuesto siempre es cosa nuestra, nadie nos puede decir lo que debemos hacer, y nunca hay que dejarse influir por nadie que quiera decírnoslo.
Nunca nos rebajemos a portarnos como niños pequeños que desean que un adulto les diga qué es lo que tiene que hacer. Tú tienes que decidir qué hacer con lo que ahora sabes, con ese conocimiento que te han aclarado las cartas. No busques que alguien decida por ti, NUNCA.
Debemos ser responsables de nuestra vida.
El futuro no existe
Y con esto acabo de arrojar piedras sobre mi propio tejado. ¡Menuda tarotista que dice que el futuro no existe!
Pero es lo cierto, sólo existe el presente y eso debería consolarnos ¿por qué? Pues porque podemos cambiar las cosas en cualquier momento. Puede que ahora mismo todo esté muy confuso, muy negro, que estemos en un momento de mucho dolor, pero nosotros podemos cambiar las cosas. Ese futuro tan terrible que nos tememos, podemos modificarlo cambiando nuestro comportamiento respecto a ello.
Qué claro se ve todo cuando no es a ti a quien te pasa ¿verdad? Qué sencillo es analizar lo que le está pasando a la otra persona y ver lo que debería hacer para salir del atolladero. Pero cuando es a nosotros a quien nos pasa, nuestra mente queda nublada por las emociones, que no nos permiten analizar claramente.
Las cartas de Tarot nos ayudan a dar claridad, parar un momento nuestra vida, nuestro torbellino emocional y mental, para poder dar luz a aquello que nos resulta tan difícil.
Las cartas te pueden indicar un futuro probable en caso de que sigas por el camino que vas ahora, si ese futuro no es el que quieres, pues ¡cambia tu camino! No sigas haciendo lo mismo que estás haciendo ahora, y entonces ese futuro no sucederá.
Tú eres creador de tu futuro, y aquí nos estamos refiriendo siempre a aquellas cosas que están en nuestras manos. Está claro que hay otras que escapan a nuestra capacidad de control, que van a suceder sí o sí, esas no nos queda más remedio que aceptarlas como son.
Sin embargo nuestra actitud ante ellas sí que creará una gran diferencia, podemos tener dolor, pero no es necesario convertirlo en sufrimiento prolongado en el tiempo por no aceptar y luchar contra la realidad.
¿Nos cuentan siempre la verdad las cartas?
Las cartas no engañan, no te van a decir cosas que no son… pero sí que es cierto que te dirán únicamente aquello que tú necesitas saber para que tu destino transcurra conforme con los aprendizajes que debes realizar en esta vida.
Puede que no te digan todo lo que QUIERES SABER, pero sí que te van a decir lo que tú NECESITAS SABER.
Solicita ayuda cuando la necesites.
Las cartas o la astrología no son incompatibles con que acudas a un terapeuta, debes buscar ayuda terapéutica cuando tu aflicción es demasiado grande para poder gestionarla tú.
Cuanta más ayuda se tenga en la vida, mucho mejor.
